Las palabras que se quedan
al borde de los labios,
como al borde de la locura,
al borde de un váter sucio que es la locura.
Nosotros hacemos el camino inverso.
Nosotros abrimos la piel,
descosemos el músculo,
derretimos el hueso.
Nosotros nos deformamos ante el otro.
El Ser, es sólo una cuestión de tiempo.
El no ser es un pájaro que habita cavernas
como todos los gusanos que ante la noche
eructan el amor y se resquebrajan las tripas
antes las puertas del miedo.
Porque a los pájaros les crecen dientes,
porque a los hombres se les van largas y hacia dentro
las uñas, el pelo y las lágrimas.
Y la sola boca de una luz no cabe en el
esqueleto de unas alas.