miércoles, 6 de octubre de 2010
niebla
Como aquel relato de Carver,
donde aparecen unos caballos
repentinamente
en la niebla del jardín,
hecho que provoca la última
noche de “amor”,
y les salva temporalmente
de la ruina.
Podría, entonces,
empezar hablando
de los pájaros en los árboles,
pero hoy llovía,
y no me percaté
de sus esqueletos siquiera.
O podría describir, como,
si permaneces tenue,
estático, podrás ver
el movimiento
de los granos de arena en el parque,
o el crecimiento progresivo
de un árbol.
Pero hay una disonancia,
relativa a este espacio y tiempo.
Capas de voz en el teléfono.
Llanto contenido, o cambiante.
Turba de sueño.
Yo ando solo.
Yo voy solo.
Yo perdido.
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