Es ese coche negro
desvencijado,
carretera hacia el
no futuro.
Haine pour haine,
hasta diente por diente.
Y vosotros
siempre como evadidos
o temblando,
siempre presentes
entre las líneas del asfalto,
en este coche negro
cuyo conductor es una sombra
de otra sombra
que no hace más
que decir gilipolleces.
Y sobre su sombra
vertimos el odio
y la esperanza alcohólica.
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