miércoles, 27 de octubre de 2010




Como un viento que se agita
 
dentro de la cárcel de los ojos
 
las uñas arañan en vano, resbalando,
 
el iris, la córnea los escupe.

 
Subidos a la cárcel de los ojos,
 
sobre su superficie brilla el sol
 
y las rejas de esta cárcel
 
de los ojos.
 
 
Subidos a este pozo sin aire,
 
este pozo de aire
 
donde hace frío y huele a hielo.
 
Subidos a esta cumbre de cárcel,
 
de ojos que son cárcel.
 
 
De ojos jaula donde un pájaro seco,
 
caído a los adentros, siempre
 
seco,
 
reposa como una cáscara más,
 
con la boca abierta, en esa
 
expresión ya sin nada atrás.
 
 
Reposa como estas nubes
 
sobre la superficie de los ojos.
 
Como estas nubes resbalando

entre las uñas sin ver ya.


Demócrito de Abdera es este aire
 
que seca mis ojos en la jaula,
 
en la jaula donde reposa muerto el pájaro,
 
muerto como las nubes.

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