Como una tormenta de dedos en velocidad
precipitándose contra las teclas
los brazos hacia dentro y hacia fuera.
Tu cuerpo de contorno de lápiz.
Tu voluntad
como metal
o burbuja irisada,
vas trayendo
luces al aire lúdico
lóbrego, líquido semblante
de tu doble
triple silueta evanescente
naces de la música
y en la música te evades.
Y es tu aprecio por la inexistencia,
luz de viento quieta.
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